Fue adquirida el 6 de diciembre de 1823 por Pablo Cabrero y su esposa Josefa Martínez (hija del platero Antonio Martínez) a Francisco Bringas, su anterior propietario, especializado en la creación de jardines de recreo, quien se la había comprado dos años antes a Higinio Llorente, médico del rey. Era una casa de campo que Pablo Cabrero amplió con la construcción de una casa de baños. La vista que se divisaba desde el edificio principal debía ser muy hermosa, tal como la describe Madoz, de ahí su nombre, pues al poco tiempo de comprarla Cabrero comenzó a ser conocida como Vista Alegre y gran parte del arbolado que subsiste se le debe probablemente a él. Constaba de un gran jardín con belvedere organizado en calles y plazas, además de numerosos juegos y columpios, fonda y café, siendo muy concurrido por los madrileños, a pesar de la distancia. En 1832 fue adquirida por la reina Mª Cristina. El edificio constaba de dos plantas. En la planta baja había salas para billar, café, despacho, cocinas, despensas y un corral. Adosado al edificio estaba la casa de baños con diez piezas con sus bañeras. En el resto de la finca existía una huerta y numerosos árboles frutales. Tenía 1.500 fanegas. El marqués de Salamanca la adquirió siendo conocida entonces como finca del marqués de Salamanca y realizó obras de canalización del recién inaugurado Canal de Isabel II, consiguiendo que fuera un lugar paradisíaco. En este palacio murió el marqués de Salamanca en 1883 completamente arruinado. El palacio, entre 1887 y 1889, se convirtió en un asilo y posteriormente en un colegio de reeducación de inválidos.